difíciles relaciones con su hija, su fama de femme fatale, su fijación con la belleza y la juventud... El público, impaciente por conocer cada sórdido detalle, no comprende que la rica y envidiada Gladys, comprometida con un apuesto conde italiano, haya perdido la cabeza por un joven anodino, casi un niño. ¿Quién era la víctima: un amante despechado, un delincuente de poca monta o quizá el testigo incómodo de un secreto inconfesable? ¿Y por qué la acusada insiste en mostrarse culpable y exigir para sí misma un ejemplar castigo?

La crítica ha dicho...
«Un libro cristalino, feroz y prodigiosamente visionario en su tema central: el deseo de la eterna juventud.»
La Repubblica

«Un agudísimo retrato femenino, en el que Némirovsky plasma el desagrado que le inspiraba su propia madre, una mujer fría y narcisista.»
Panorama

«De ritmo veloz y gran dramatismo, nos permite vislumbrar un mundo de privilegios, riqueza y combate social darwinista en el periodo de entreguerras.»
New Statesman