En palabras del escritor Miguel Sanfeliu: «Estos cuentos se internan en esa otra cara del mundo, la de los perdedores, y lo hace con una mirada tangencial, guardando las distancias, aceptando las cosas tal como vienen, sin cuestionarlas y con el máximo respeto; encierran secretos enigmas, como la vida, y la cuestión no es ya cómo resolverlos, sino cómo identificarlos. Chéjov decía: “No seamos charlatanes y digamos con franqueza que en este mundo no se entiende nada. Solo los charlatanes y los imbéciles creen compren-derlo todo”. Cervera no cae en este error. No justifica, no valora, no cuestiona la actitud de sus personajes, tan solo los observa y nos lo cuenta de un modo directo y contundente».