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La brecha orgásmica en DIARIO DE NOTICIAS

Paola Damonti: "Cuando chirría hablar del orgasmo femenino es que no se cree en el derecho de la mujer al placer"


LA PONENTE DE LA CHARLA CANCELADA POR NAVARRA SUMA ASUME QUE EL PROBLEMA "NO ES HABLAR DE SEXO"
VIRGINIA URIETA / JAVIER BERGASA 24.01.2020 | 06:20

PAMPLONA/IRUÑA - Puede resultar extraño que en tiempos de progreso resurjan discursos de antaño para imponer la censura más cruda, una que, aunque anda con pies descalzos, ya no pasa desapercibida. Pero asume la experta en género Paola Damonti que ante los avances sociales, en cuestiones de género, siempre hay "fricciones. Restricciones, rabia y enfado, era algo de esperar". Así lo resumía ayer en un día que se le antojó mucho más complicado de lo habitual después de haber tenido que dar infinidad de explicaciones tras la cancelación, por parte del Ayuntamiento de Pamplona, de la charla que iba a tener lugar hoy en la Casa de las Mujeres. Puede que el título -Brecha orgásmica: de cómo el patriarcado nos persigue hasta en la cama- sembrara el germen de la discordia. Lo que viene a decir es que en las relaciones heterosexuales es mucho más frecuente que los hombres tengan más orgasmos que las mujeres. Tiene datos: un estudio de tres universidades estadounidenses en el que participaron 50.000 personas revela que esa brecha -el 95% de los hombres llega al clímax y el 65% de las mujeres no lo hace- desaparece en las relaciones gays y lesbianas. Y hay algo en su discurso que la ultraderecha no quiere oír, pero después de haber prendido la polémica, al final habrá charla. Será el viernes 31 a las 19.00 horas en Katakrak, y se promete concurrida.

¿Le ha sorprendido este veto?

-En parte, sobre todo porque me cogió de sorpresa. No fue una charla contratada con la administración anterior y que después haya cambiado el Gobierno: el propio Ayuntamiento la contrató hace meses, con su contenido y su título, y le pareció bien. De hecho mandé varias propuestas y esa es la que más les gustó. Estoy segura de que sin ese twit de VOX no habría habido ningún problema.

¿Supone regresar a tiempos pasados?

-Hace dos años esto no hubiera pasado. Y también me pregunto si hubiera sucedido hace seis, porque todavía VOX no estaba; de hecho afortunadamente no está en las instituciones navarras ni en las de Pamplona. No puede ser que el Ayuntamiento se pliegue a las exigencias y a los chantajes de una fuerza de ultraderecha con la que formalmente nadie está pactando pero es como si estuviese en las instituciones.

¿Cuál es el trasfondo de esa cerrazón de la derecha para censurar contenidos?

-Creo que parte de cierta presión de la Iglesia, y en ámbito más local. Sobre todo en Navarra está claro que todavía tiene bastante peso: el poder del Opus Dei aquí ha sido y es grande. Y parte del electorado de grupos como Navarra Suma marcan también la agenda.

¿Esa censura, en temas de sexualidad, afecta sólo a las mujeres?

-Más que sólo, afecta en mucha mayor medida. Porque está normalizado que los chicos puedan hablar de masturbación (algo que en las películas se toma en clave de humor) y las mujeres no. Hay una diferencia pero sobre todo hay un veto a la hora de hablar de sexo según en qué términos.

¿Por términos como "brecha orgásmica"?

-No sé si el problema es el orgasmo o el patriarcado, quizás la mezcla de los dos. Pero emerge más a la hora de hablar de sexo con perspectiva de género y feminista. Que aparezca sexo o imágenes cosificadoras de las mujeres no supone ningún problema para nadie. Es esa absurdez por la que genera indignación Skolae pero no la genera que niños de 8 años accedan a porno con sus teléfonos móviles.

¿Qué diferencia esta censura de la que se pretendió con Skolae?

-En este caso se va más allá. Yo considero que esta charla sería adecuada y útil también para realizarla en institutos, porque está claro que jóvenes, en esas edades, ya tienen relaciones sexuales o las van a tener. Pero en este caso ni siquiera se está hablando de menores, si no de una población adulta a la que está dirigida la charla.

¿La charla se habría mantenido con otro título?

-Es posible. Pero es absurdo, ¿en qué momento, si eres una persona seria, puedes cuestionar un título? Como mucho se discute el contenido. Creo que no les hubiera parecido bien pero habría llamado menos la atención, y si VOX no se hubiera enterado no habría pasado nada. La programación de la Casa de las Mujeres se difundió hace meses y el Ayuntamiento ha tenido conocimiento de ella.

¿A qué colectivos escuecen más estos temas?

-A ninguno en concreto. No creo que haya una cerrazón a hablar de sexualidad, sino a hablar de ella con perspectiva de género, porque lo feminista sí levanta ampollas. Sobre todo si no se habla del derecho de las mujeres a tener sexo, algo que ya se ha conseguido, sino del derecho a tener relaciones como a ellas les gustan y a sentir placer con ellas.

¿Por qué se habla poco de esto?

-Porque todavía es un tabú, más cuando son desigualdades en la esfera emocional, que son más desconocidas. Y porque lo que hay detrás es no haber aceptado y no haber interiorizado que las mujeres no sólo tenemos derecho a cobrar lo mismo; a no enfrentar mayores niveles de pobreza; a no cargar con doble trabajo... Si no también a vivir plenamente y con placer, al igual que los hombres, nuestra sexualidad. Cuando te chirría que se hable de orgasmos femeninos y que se reivindique ese tema lo que hay escondido, subyacente, es que en el fondo no crees del todo que las mujeres tengan derecho al placer propio. El Satisfyer también generó revuelo y muchos enfados incomprensibles.

¿A qué edad considera que hay que hablar de sexo?

-Yo creo que, adecuando la forma a la edad, desde siempre. Y con naturalidad. Por hacer un paralelismo, recuerdo un caso de unos amigos que adoptaron a un niño, y la psicóloga les recomendó que no hubiese un momento en el que se lo contasen, sino que creciese sabiéndolo. Desde pequeño, para que no hubiese un trauma. Creo que con la sexualidad, en cierto modo, deberíamos hacerlo igual, también porque es la única manera de proteger a los niños y niñas frente a los abusos sexuales.

¿La sociedad está abierta a estos debates?

-Sí, los acepta bien, pero no es un ente monolítico. Habrá partes que lo deseen y lo acepten, y habrá también reacciones. Eso sí, no ha habido avance social que no haya generado cierto conflicto.



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